lunes, noviembre 10, 2008

Jugando con el destino


Cavando.....

Una nube negra llevó de regreso al duende a su seta de toda la vida, era una nueva vida! todo estaba tal y como él lo dejó, la plazita, el rio con su puente de piedra, seguian todos sus grandes amigos en la aldea y sin grandes cambios, pero abia algo k si abia cambiado, ese boske donde el duende cada dia iba a trabajarlo. las malas hiervas abian crecido, las flores del camino marchitas susurraban sin ke nadie las oyera, los bixillos del boske ya no hablaban el mismo idioma y a veces se inventaban extrañas simbologias ke al duende se le escapaban del entendimiento. Estaba perdido en su propio boske, ese k se conocia como su propia palma de la mano. La noche se le exó encima y ya si k no podia volver... cerró los ojos y pidió...... LUZ!!! un rayo de luz alumbraba desde el cielo, era la luna y le abia escuchado!!! fue tan grande esa luz y tan bonita.... era como ver un diamante a traves del sol. Aunke al duende le cegaba se kedó perplejo mirando y todo se le iluminó a su alrededor, colores distintos ke salian a taves del diamante daba forma akel boske sacado de cualkier cuento de hadas.






Al duende se le antojó kedarse inmovil en el centro del camino. Ke mas bonito ke akello? respiraba magia, le alimentaba la esencia y bebia del rocio de kada mañana, esperando impaciente ke volviese a regrsar esa noche con su luna, para poder verla y deleitarse con los colores y la vida ke reflejaba. De pronto pasaron los dias y los meses..... un dia cualkiera el duende despertó sobresaltado abia soñado ke su seta se destruia, y corrío a ver su estado, tanto tiempo y sin procuparse de su morada.... su sorpresa yegó cuando se dió cuenta k no se podía mover ni un centimetro, sus pies habian criado raices y se apegaban al suelo con la fuerza de su madre la tierra. El duende se doblaba y retorcia en sus adentros keriendo salir, pero era tarde, estaba tan aferrado al suelo ke dejó de intentarlo. Pedía ayuda a todo ser viviente ke pasa por alli pero todos acian oidos sordos a sus suplicas. Por la noche todo cambiaba porke al duende le importaba un pito k el mundo estallase, mientras la luna saliese a iluminar el boske.Cada hora del dia el duende iba tociendose un poko mas para poder salir de akel suelo, y un dia se percató de ke una parte de su cuerpo estaba mojada, miró de reojo y vio en el suelo el rio de agua akel k azia tiempo no se miraba. temeroso se balanceó asta él y descubrio por horror ke se abia convertido en un sauce llorón, asi con sus ramas caidas al suelo, a traves de esos ojos reflejados en el rio, pudo ver el alma del duende, ahogado en un grito sordo.




Tenia sus movimientos muy limitados, una corteza dura y una copa k le yegaba asta el suelo, por el día cuando el sol le pegaba de canto, el duende dormia en su propia sobra, y por la noxe cuando el diamante iluminaba su mundo, el duende se kedaba perplejo disfrutando de la armonía del momento, pero akella luz cada dia menguaba un poko más, habia menos colores y el duende cada vez le preocupaba más su atadura a la tierra. Un alma con alas en un cuerpo de madera, solo ay una manera de salir..... cavar, cavar, cavar a lo mas profundo de sus raices, como un topo ciego en buska de un cupón de la once entre tanta tierra.


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Aki no ay luz, ni diamantes, no existe el boske porke son sus entrañas, donde los gusanos se comen a los muertos, donde las semillas, con mas inteligencia ke un topo, intentan por todos los medios ganarse un puesto en la faz de esta tierra.