lunes, diciembre 29, 2008

¿destino?

"Me contaron una vez... ke antes de nacer, cuando somos embriones sabemos como va ser nuestra vida, el destino escrito, pero un angel nos visita y nos pone su dedo encima de la boca para silenciarnos, y no saber nada, por eso esa forma ke tienen nuestros labios."


Era una noche fria, de esas ke prefieres kedarte en la seta sin moverte con un wen monton de ramitas ardiendo al frente la chimenea. Al duende le soplaba un aireciyo fresco por detras de su oreja, y vio ke la ventana tenia un bokete asin de grande en una de sus visagras, el frío, como el ogro mas cruel de cualkier cuento, aterrorizaba la trankilidad del duende. Él sabia ke era epoca de invierno, y era normal pasar este frio, asike decidió abrigarse asta la coronilla para salir a buscar algo con lo ke calentar su seta.

Habia pensado en forrarla por dentro de plumas de pájaro, y se fué al boske a buskar por debajo de los nidos. A regresar a la seta el duende forró el interior de la seta y se sintió la mar de cómodo en su nuevo calentito refugio.

Los meses pasaron y el invierno dio paso ala primavera y la primavera al verano, el hielo se convirtió en agua ke hizo florecer nuevas flores, el calor se apoderó de la aldea tan de repente como de la noche al dia, las hogueras se apagaron y los abanicos de hojas se agitaban en cada rincon de la aldea.

El duende despertó con chorretones de sudor por todo el cuerpo, las velas de la noche se abian deshecho sin ser consumidas, era imposible seguir dentro de la seta. las plumas hacian del refugio un invernadero, a lo ke el duende fue a ponerle solución, pero habia un problema, las plumas las habia pegado tan fuerte ke no las podía kitar. intentó miles de formas para poder despegarlas pero no hubo forma.

el duende no sabia ke hacer y fué a la buskeda del mas sabio de ese lugar, decian de él ke podia solucionar cualkier problema por muy grande ke fuese, solamente pedia algo a cambio, plantar por cada problema un arbol del tipo ke´la persona eligiese.

Pensó en yevarle un manzano, pero tamb pensó ke era lo mas típico de por allí, al final se decidió por un cerezo, porke destacaría en primavera sobre los demás. Decidido, el duende, fue en buska del anciano sabio. No le costó encontrar la pekeña cabaña rodeada de una arboleda de distintas clases de arboles y colores. El anciano no le hizo esperar muxo tiempo y el duende se apresuró a contarle el problema.

El sabio señaló el arbol ke llevaba el duende y le preguntó ke ke clase de fruto iba a dar ese arbol, y el duende muyconvencido le respondió ke cerezas, el sabio le volvió a preguntar la misma pregunta, y el duende esta vez se lo pensó un poko mejor pero su respuesta no cambió. el sabio miró por su ventana el valle colorido, y dijo en voz trankilizadora; el cerezo está destinado a dar su fruto, pero a su vez puede dar sombra, albergar vida, dar madera y asta alegrar la vista, y todo esto se sabe aún antes de ke este arbol alla sido plantado. El verano traerá calor y el invierno frio, así como tu y yo daremos nuestros frutos justo cuando alla k darlos, ni antes ni despues.

Con la cabeza mas allá ke aki, el duende regresó a su aldea, el viaje abia sido agotador, el sudor se le resbalaba por la frente, y pensaba en como arreglar su seta, ya ke el sabio no le podia aberle ofrecido ke tan solo palabras. Entró por la puerta y vió con asombro ke las plumas k antes estaban incrustadas en el techo estaban ahora despegadas en el suelo, la resina kon la ke pegó las plumas se abia vuelto likida del calor y ellas solas se abian caido al suelo. El duende sonrió y pensó... todo esto tenía ke pasar.